miércoles, 26 de diciembre de 2012

San Silvestre Altea (26-12-12)


“Terminando el año corriendo (Parte 1ª)”. Como siempre, la mejor manera de terminar el año a nivel deportivo es participar en alguna de las tradicionales carreras de San Silvestre que se celebran por casi cualquier municipio. Este año la 1ª en la que participé fue, por segundo año consecutivo la de Altea: 3.9 Km a una única vuelta, circuito bastante completo (llano, bajadas, subidas, callejeo por el casco antiguo, etc.) y un precio más o menos asequible (5€). Mucho ambiente en la línea de salida, con un gran número de corredores disfrazados que daban color a la fría tarde. Junto a mis compañeros del CAB pasé los momentos previos (viaje hasta Altea, calentamiento, estiramiento, fotos, etc.), bastante amenos por cierto, mientras se acercaba el momento de la salida. Pocas expectativas para una carrera tan corta en la que lo normal es ir a tope, y además de lo poco cómodo que voy yo a velocidades altas, se suman los excesos de estas fechas navideñas. Como la idea era hacerlo lo mejor posible sin presión, decidí dejarme el cronómetro en casa y correr por sensaciones, sin obsesionarme con el ritmo. Destacar que normalmente las carreras de San Silvestre me las tomo como una pachanga, pero este año, quise aprovechar mi estado de forma para intentar apretar un poco y ver qué rendimiento podía dar (y amortizar los 5€...todo sea dicho)
           A las 19:30 se dio la salida, y debido a la estrechez de los primeros metros salí bastante rápido, con la intención regular una vez pasado el atasco. Y así lo hice, una vez conseguí espacio libre, amolde el ritmo a mis posibilidades. Los corredores me adelantaban como balas en el primer tramo de carrera, primero en bajada hasta la zona del espigón y luego llano hasta el puerto. Poco a destacar en este tramo: un corredor se cayó al tropezar con una mediana  debido a la oscuridad de esta zona; (pensé que se había “matado” del golpe que se dio), bajé el ritmo para retroceder para ayudarle, pero por detrás, varios corredores pararon, así que continué. Pese a que perdí un poco de ritmo, continué sin problemas, hasta quedar en tierra de nadie, a ritmo constante y bastante alto. De momento me encontraba bien, así que, a continuar. Poco a poco llegamos hasta el puerto, donde giramos a la derecha, para coger una subidita buena (ya conocida de otras carreras). Aquí el ritmo ya cambió, pero aún tenía fuerzas para continuar sin quedarme colgado a mitad de cuesta. Volviendo hacia el centro del municipio de nuevo recupero el ritmo máximo que podía llevar, ahora por una zona de subidas y bajadas, por estrechas calles hasta llegar a la 2ª subida fuerte del recorrido, de nuevo en el centro de Altea. Mucho público al inicio de esta subida, cosa que siempre se agradece. Ahora sí ya iba acusando el alto ritmo, y las fuerzas empezaban a flaquear; de todas formas, no quedaba mucho, así que había que echar el resto. Terminada la subida, ligera bajada, varios giros, una bajada corta pero intensa, y por fin el último giro a la derecha, en el que se veía la meta al fondo. Había ido casi al límite toda la carrera y llegaba medio muerto; en la recta final, apreté lo que pude, dejándome llevar por el ánimo y los aplausos del público. Miré el crono, y las previsiones más optimistas se habían cumplido.

Tiempo oficial: 16:42

Tiempo real:   16:40 (4:16 m/Km)

Puesto de llegada: 65 (228  entrados en meta)

          Después de cruzar la meta (y de poner buena cara para las fotos), me empecé a encontrar mal durante unos segundos: es lo que tiene ir a muerte y parar de golpe. Pasado un minuto, me recuperé sin problemas y continué hasta las zona donde se devolvía el chip y te entregaban la bolsa del corredor: camiseta técnica, agua, gominolas y coca cola.
          Respecto a la carrera, muy buena marca y muy buen ritmo de promedio, mejor incluso de lo que pensaba hacer, así que, muy contento. Eso sí, he ido a tope, y en algunos momentos iba sufriendo de lo lindo: no estoy acostumbrado a estos ritmos tan altos y me cuesta controlarlos y además notaba como las piernas se me cargaban mucho. Vamos, que no voy nada cómodo a estas velocidades. Pese a todo, me quedo con la lectura positiva de que puedo hacerlo. Es cuestión de entrenar, y mejorar. Y una cosa hay que tener clara: sin sufrimiento, no hay mejora.