viernes, 30 de diciembre de 2011

San Silvestre Benissa (30-11-11)

Y para no quedarnos con ganas de carreras en 2011, repetimos San Silvestre; con el mismo espíritu, pasarlo bien y terminar el año corriendo, nos plantamos en Benissa mi hermano, el Guaje y yo, dispuestos a cerrar el año como se merece. Al igual que la de Altea, la previa de Benissa era muy colorida, con carreras infantiles, muchos disfraces y un gran ambiente. Antes de empezar, volvemos a coincidir con varios compañeros del club, y con Rocío y Juanjo. Para ella era su primera carrera, ya que está empezando en esto del running, así que además del buen ambiente, muchos nervios. Para combatir el frío, un calentamiento por el centro del municipio que sirvió como toma de contacto con el recorrido, y después, unos buenos estiramientos. Destacar que aún arrastraba ligeras molestias en el sóleo y convenía no arriesgar. El recorrido era a 2 vueltas por el centro del pueblo para completar 3600 metros, con varias subiditas donde seguramiente volvería a acusar un poco el exceso de turrón, aunque son llevaderas. A las 20:00 en punto se dio la salida, y comenzó el desfile runner, muy apelotonados durante los primeros metros por las estrechas calles. La primera vuelta fue de reconocimiento, durante la cual no paramos de bromear entre nosotros y con otros corredores. En un suspiro nos plantamos en el primer paso por meta, no sin sufrir las citadas cuestecitas. La segunda vuelta  con algo mas de espacio para correr, continamos con el mismo espíritu, aunque con algo de fatiga: mi hermano ya iba acusando el ritmo que le marcábamos: la verdad es que le engañé como a un chino respecto al ritmo al  que íbamos porque él quería ir más lento, pero iba aguantando. La segunda vuelta se fue sola, y en un suspiro, nos plantamos de nuevo en la larga y suve cuesta que llevaba a la meta. Siguiendo las consignas que siempre le digo a mi hermano (al llegar a la meta, vayas como vayas, sonrie!), cruzamos la meta los tres juntos, completando otra carrera divertida y amena. Y esta sí, la última del año.

Tiempo: 20:27   (tiempo real 20:20)

En la meta, chocolate calentito, bizcocho y camiseta conmemorativa. De nuevo un placer poder disfrutar de estas carreras con tanto ambiente. Sólo me queda dar la enhorabuena a mi hermano por su segunda carrera y a Rocío, por haber sido valiente y haber demostrado que todo es proponerselo. Ahora sí, última carrera del año. Espero que el que viene sea igual de bueno que este.


Fotos de Somesport

lunes, 26 de diciembre de 2011

San Silvestre Altea (26-12-11)

Para ir poniendo punto y final al año, qué mejor manera que una San Silvestre, en este caso, la de Altea para cerrar el año a nivel deportivo. Como ya es sabido, este tipo de carreras sirven para disfrutar más que para competir, así que sin más motivación que terminar y disfrutar, una hora antes del inicio, ya estábamos en la zona de salida-meta varios compañeros del club, amigos, conocidos, etc., haciéndonos fotos y felicitándonos las navidades. Lo dicho, la carrera era lo de menos. Es la primera vez que participaba en esta San Silvestre, y el ambiente era genial, con un gran número de corredores disfrazados, con gorro de papá noel, cuernos de reno...en fin, mucho colorido. La carrera tenía 4 Km, en los cuales iba a tratar de disfrutar lo más posible, sobretodo debido a que llevaba varios días con molestias en el sóleo y no sabía si iba a sufrir más de la cuenta. Después de muchas fotos, muchas risas, un calentamiento ameno y unos buenos estiramientos, nos situamos en la salida, sin dejar de lado el buen humor. A las 19:30 se dio la salida, así que todos a correr. Pese a que empezamos a un ritmo alto, mi intención era la de no forzar para evitar problemas en el sóleo. A partir del Km 1,5 empecé a notar molestias en el citado sóleo, así que nada de forzar. Mi compañero Santi me acompañó durante todo el recorrido, en el que no paramos de hablar. Las ya clásicas cuestas del municipio Alteano nos recordaban el peso extra del turrón navideño. Pese a no querer forzar, el ritmo de carrera era bastante ligero, aunque no podía precisarlo ya que no llevaba reloj. Debido a la hora, al clima fresco y al recorrido, no había mucho público animando, salvo en algún punto concreto de la carrera. Con comodidad y de manera distendida, poco a poco nos comimos los 4000 m. del circuito, casi sin darnos cuenta. La recta de llegada sí estaba ambientada por muchos espectadores que nos daban los últimos ánimos.

Tiempo: 18:18   (4:34 m/Km. Muy buen tiempo, pero tal vez demasiado rápido para mi sóleo)
Puesto de llegada: 170 (337 llegados a meta)

Como siempre, ha sido un gustazo poder compartir una carrera tan distendida con los amigos y compañeros. Que mejor manera de terminar el año.





Fotos de Calygat






Ruta para correr 1356154 - powered by Runmap 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Maratón de Valencia (27-11-11)

“Y por fin el gran día…” Hace exactamente 4 años, el mismo fin de semana del año 2007 terminé mi primera media maratón. Fue por casualidad, prácticamente sin preparación, con mucha inconsciencia, sin idea de lo que realmente era una carrera de fondo, pero eso sí, con mucha ilusión. Con muchísimo sufrimiento conseguí cruzar por primera vez una meta. Ese día, en ese preciso momento, fui infectado por el virus del “running”. Ese virus provocó que mi ilusión y mi dedicación a este deporte creciera día a día, kilómetro a kilómetro, a través de un gran número de carreras. Hasta que por fin, mis zapatillas, mis pasos y toda mi ilusión me han llevado hasta la salida de mi primera Maratón.
Pues sí, después de un año de muchas habladurías y vistas al horizonte, llegó el gran día. Hace justo un año, días antes de la Medía Maratón de Benidorm de 2010, Santi (un compañero del Club) y yo empezamos a comentar la posibilidad de hacer nuestra primera Maratón. A esta propuesta se nos unió el Guaje, otro compañero ya curtido en la distancia reina. Así, marcamos Valencia como objetivo para lanzarnos a la gran aventura: empezaba la cuenta atrás. Con el paso de los meses, la idea seguía en pie, hasta que por fin en verano, poco a poco empezamos el entrenamiento. Atrás quedan 4 meses de preparación, de ajustar el plan de entrenamiento, de entrenar y preparar carreras con cabeza, de acondicionar el ritmo de carrera, de beber más agua que un pez, de controlar la alimentación, de revisar una y mil veces el recorrido de la carrera, etc. Por fin llegó el gran día, en el que, al igual que el día de mi primera Media, iba a hacer algo grande. El día anterior nos juntamos los tres compañeros en el museo príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, donde se encontraba la feria del corredor. Allí recogimos el dorsal y algunos regalos de participación (destacar un punto negativo para organización, ya que no hicieron previsión de tallas y ya sólo quedaban XL cuando llegué). Últimas instrucciones y ánimos, y quedamos para la gran cita del día siguiente. Sólo quedaba cenar bien y descansar. A las 6:30 ya estaba desayunando, hiperactivo, con todo preparado para batirme el cobre. A las 8 en punto Gema (una vez más la he arrastrado en mi locura runner) y yo ya estábamos en la zona de salida. Desde que bajé del coche se respiraba maratón!!! Runners por todos lados, un ambientazo increíble, con una salida espectacular situada en la misma Ciudad de las Artes y las Ciencias, y por delante, 42 Km de ilusión para cumplir mi sueño. Unas fotos para el recuerdo y a reunirme con mis compañeros. El día había amanecido fresco, pero casi despejado por completo, sin viento, lo que nos dejaba unas inmejorables condiciones para correr. Paralelamente a la Maratón se disputaba un 10K con unos 5000 participantes, que junto a los participantes de la Maratón sumaban más de 12000 personas. En esta multitud, perdimos al Guaje antes de colocarnos en la salida, así que, Santi y yo tomamos posiciones entre la multitud. Es un poco difícil describir qué se siente en ese momento: tras 4 meses de entrenamientos e ilusiones, rodeado de miles de personas, con música para ambientar la salida, en un marco espectacular, la fusión de nervios, ganas de correr, miedo al temible muro,… dioooooooooooooooooooooossss!!! Que empiece yaaaaa!!!! Sin parar de animarnos mutuamente, aplaudir y dar ligeros saltitos, pasamos los minutos previos, hasta que, de repente se escuchó al fondo una mascletà…había llegado el momento. La multitud empezó a moverse, poco a poco, y un escalofrío me puso los vellos de punta: ya estábamos en marcha!! Iba a ser capaz de terminar? Iba a sufrir mucho? Mil preguntas sin respuesta dieron paso a la concentración y a la tranquilidad, y sobretodo al principal objetivo: disfrutar de ese momento. Por fin cruzamos la línea de salida y con tranquilidad, empezamos a marcar un ritmo cómodo. No tenía prevista una marca concreta, tan solo terminar, y a poder ser sin sufrir mucho,… pero si pudiera bajar de 4 horas, sería una pasada. Pasado el Km 1 estaban Gema y Mónica, para darnos los primeros ánimos y hacernos las primeras fotos. Sonrisas, poses para la cámara, ánimos…la fiesta acababa de comenzar. Continuamos la marcha, hasta el puerto, donde uno de los muchos grupos de rock distribuidos por el recorrido, amenizaba los primeros Km’s. Un poco más adelante, justo en la zona donde se ubican los boxes de la F1, los miembros de una falla nos animaban disfrazados de pitufos. Poco a poco la carrera se iba abriendo y era más fácil mantener un ritmo cómodo. Ya en le Km 4 adelantamos al práctico de 4h.30, y con muy buen ritmo seguimos nuestra marcha. En el 5, primer avituallamiento y de momento, todo marchaba a la perfección. El ritmo que llevábamos era claramente más lento de lo que suelo hacer las medias (íbamos a 5:40 m/Km), pero preferíamos conservar, que esto iba a ser muy largo. Hasta el Km 9, la carrera discurría por amplias avenidas, un poco alejadas del centro por lo que en esta zona no había mucho público. Pasado el 9, pasamos junto a Mestalla y continuamos por la Av. Aragón hasta llegar al puente, donde de repente, una multitud de gente aplaudía y animaba con una energía increíble: otra vez los vellos de punta. Cruzando el puente el 2º avituallamiento, y ya nos dirigimos al centro de la Capital del Turia. Mucha animación en esta zona: gente animando, saltimbanquis, grupos de música etc. durante el recorrido que nos lleva por la C/La Paz, Plaza de la Reina, Plaza del Ayuntamiento, C/ Colón, Plaza de Toros y estación del Norte. Ya llevamos un tercio de carrera, y de momento las sensaciones eran fenomenales: seguíamos con nuestro ritmo cómodo (a 5:40 m/Km) y disfrutando de la carrera, sin parar de hablar y comentar la carrera. En el 15, 3er avituallamiento, en el cual pregunté por alguna bebida isotónica y me dicen que se han terminado…¿cómo que se han terminado? Bueno, un traguito de agua y a esperar el siguiente. Pasamos junto a las Torres de Quart, continuamos hasta otro de los puentes que cruzan el antiguo cauce del Turia, el cual nos lleva hacia la zona norte de la ciudad. Poco a poco vamos acumulando Km’s, pero de momento todo va según lo previsto, con muy buenas sensaciones hasta el punto que Santi y yo no hemos dejado de hablar en todo el trayecto. En el Km 20, pasamos frente al Bioparc y las familias que iban a pasar la mañana allí nos animan y aplauden… y los peques puestos todos en fila para que les chocáramos la mano!. 4º Avituallamiento: seguimos sin tener suerte, ya que no hay isotónicos, se han terminado, así que, agua y uno de mis geles energéticos. Después de refrescarnos y volver al ritmo de crucero que llevábamos, llegamos al Km 21: la mitad de la carrera y 2h. justas. Seguíamos con nuestro ritmo cómodo y conservador, que de momento nos daba buen resultado. Momento emotivo de la carrera: el cartel del Km 22; era la primera vez que lo veía, hasta ahora todo era conocido, pero esto significaba que ya estábamos descontando, y que desde ese momento, estábamos en territorio desconocido. Esto además coincidió con el inicio de una zona con ambientación musical por megafonía en la que no paraba de sonar la banda sonora de Carros de Fuego: super emocionante!!! Esta zona también coincidía con un tramo en el que la carrera discurría en dirección de ida y vuelta. Pasado el 23, giramos para volver hacia el antiguo cauce del Turia. En este momento Santi me dice que prefiere conservar, que siga yo a mi ritmo, así que nos despedimos dándonos ánimos, y justo en el Km 24, empiezo a marcar un ritmo un poco más vivo. Había empezado a notar unas pequeñas molestias en las rodillas, pero al aumentar el ritmo, las molestias desaparecieron. Ahora empezaba lo bueno, así que a concentrarse y a darlo todo. Durante los siguientes 3 Km’s, al haber aumentado el ritmo, no paré de adelantar a corredores, lo que da una moral extra a esas alturas de carrera. Mis sensaciones eran buenísimas, manteniendo un ritmo de 5:10-15 m/Km sin problemas, siempre con cabeza para reservar para el final. Entre el Km 27 y el 29 pasamos por una zona (tal vez la más fea de la carrera) con un par de túneles subterráneos. Sin bajar el ritmo, sin parar de adelantar a corredores, controlando perfectamente, con la moral por la nubes, pasé por delante de las torres de Serranos, y casi sin querer…el Km 30. Me resultaba increíble haber llegado hasta allí, encontrarme tan bien y ser capaz de llevar un ritmo tan bueno. Al cruzar de nuevo el antiguo cauce del Turia, otra vez una multitud de gente animando, los saltimbanquis, aplausos, etc. que volvían a dar una buena dosis de ánimo y fuerzas extra. Justo en la zona del puente, el avituallamiento, ni me molesté en pedir bebida isotónica, porque ya se veía que, una vez más, sólo agua y gracias. Aproveché  para tomarme otro gel, y a continuar. Ya sólo quedaban 12 Km’s!!! Ahora la carrera discurría junto al antiguo cauce, y al fondo ya se veía la Ciudad de las artes y las ciencias, donde estaba la meta… pero antes debíamos desviarnos los citados 12 Km’s. Bueno, las fuerzas seguían aguantando, la velocidad estable en 5:15 m/Km que mantenía con comodidad, y sin parar de adelantar: que sensación!!. Escuché a un corredor que le decía a sus compañeros que, una vez pasado el Km 30, llegar a la meta estaba hecho… a ver si era verdad!. Ya estaba cerca del Km 33, donde estaba Gema con la cámara preparada para plasmar en fotos mi gesta. El público muy numeroso, sin dejar de animar ni un segundo al paso de los corredores. Al fodo ya veo a Gema, así que empiezo a agitar los brazos, con una sonrisa evidente de emoción y de buenas sensaciones. Me paro unos segundos para coger otro gel (por si al final necesito energía extra) y una botellita con Aquarius. Sonrisa para la foto, y a continuar. Degusté el Aquarius durante 2 Km’s, como si hiciese un año que no bebía otra cosa, y me sentó fenomenal. A partir de este momento la carrera demostró la dureza de un Maratón: cada vez me encontraba a más corredores andando, parados, estirando…estábamos ya en territorio del terrible y famoso “muro” (también conocido como “el tío del mazo”): es el bajón físico y psicológico que sufren los corredores de maratón entre los Km’s 32 y 36, donde las fuerzas ya flaquean, el cansancio se apodera de ti y la moral se queda por el camino. Yo de momento, conseguía evitarlo. Ya estaba en el 35, y aproveché el avituallamiento para beber y refrescarme, porque el calor ya iba apretando. Seguía con mi ritmo constante, sin desfallecer, cada vez más convencido de que iba a terminar y además, en buenas condiciones. De repente…sin darme cuenta estábamos ya en la playa de la Malvarosa, casi en el puerto. Visualmente y anímicamente para mí era ya casi como estar al lado de la meta (aunque acababa de pasar el Km 36 y faltaban aún 6 más!!!). Ahora sí, las piernas las tenía supercargadas, me pesaban una tonelada más cada una, pero mi ritmo seguía vivo, y continuaba a la misma velocidad, y claro, mi ánimo y mi moral, por las nubes. La zona del puerto la pasé en un suspiro, otra vez con los pitufos animando sin parar.  El tío del mazo se seguía cebando con muchos compañeros de batalla, que se rendían a falta de pocos Km’s, pero yo iba lanzado por la calle Baleares, en dirección a la meta. Con más ilusión que fuerzas enfilaba los últimos metros que me llevaban hasta la meta, con un público cada vez más numeroso y entregado, que no paraba de aplaudir y animar. Y por fin, al final de la calle, empecé a divisar la majestuosa presencia de la Ciudad de las artes y las ciencias, y las lágrimas de emoción a puntito de saltar: otra vez los vellos de punta. Aunque quedasen 2 Km’s ahora sí ya estaba hecho. Quedaba un último esfuerzo hasta la entrada por la parte alta, llena de gente, aplaudiendo, gritando, animando…realmente emocionante. Y ahora ya sí, con las fuerzas justas, habiendo esquivado al tío del mazo, con el peso de los Km encima, pero con toda la alegría y la ilusión del mundo, crucé por última vez el antiguo cauce del Turia, para entrar en él y adentrarme en la Ciudad de las artes y las ciencias. Último Km: una bajada matadora de adoquines nos llevaba a la zona vallada, por un lateral del  Palacio de las artes Reina Sofía, donde el numeroso público animaba sin parar. Emocionado a más no poder, ya estaba hecho!!! Una larga recta nos llevaba por debajo del puente por el cual había iniciado la gran aventura hacía casi 4 horas. Yo no paraba de sonreir, de saludar a todos los que animaban, con una gran emoción interna, hasta que de repente al fondo visualicé a Gema, preparada con la cámara. AL llegar a su altura, me acerco con una gran sonrisa,  me da los últimos ánimos antes del gran final. Los últimos metros voy flotando, más que nada porque las plantas de los pies ya no aguantan más impactos contra el suelo; pero ya no queda nada, ya estoy a puntito de tocar la gloria. Últimos metros, giro primero a la derecha, veo el cartel del Km 42, dioooooooooooooosssss!!!! y por último, giro hacia la izquierda… piso la alfombra azul que cubre la pasarela instalada sobre las aguas junto al museo Príncipe Felipe… últimos 100 m., y por fin al fondo la meta, rodeada por el agua azul que hacía que fuera una visión-sensación espectacular, que por mucho que explique no llegaría a plasmar con exactitud. En ese momento me entro la risa floja, que dio paso a la explosión de emoción, de alegría y de enorme felicidad, y por supuesto, los vellos de punta. Después de tanto esfuerzo, tenía la meta cara a cara y me iba acercando como si nada, como si hubiera sido fácil recorrer los 42 Km, como si fuéramos viejos conocidos. Mis sensación no fue que quedaran 100 m. para la meta, sino que la meta duró 100 m.!! No paré de saludar al público, de levantar los brazos, de sonreir, de disfrutar ese maravilloso momento en el que se paró el tiempo y en el que sentí que había hecho algo grande, sin duda lo más grande a nivel deportivo que nunca había hecho. Últimos metros, brazos en cruz, luego arriba, mirada al cielo, sonrisa para la foto, emoción desbordada… y por fin la meta!!! SIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!! SOY MARATONIANOOOOOOOOOO!!!!
Tiempo oficial: 4:00:39
Tiempo real: 3:57:36   (a 5:38 m/Km. Además, bajando de 4 horas!!!! Impresionante!!!)
Puesto de llegada: 4173  (5782 entrados en meta. Aunque hay que destacar que pasadas las 5 h. cerraron el control y se dejaron fuera a algunos corredores)

Es difícil describir lo que sentí en ese momento: felicidad, alegría, superación,... pero desde luego algo inimaginable, sobretodo por haber terminado en unas condiciones físicas muy buenas. Sin dejar de sonreir y de levantar los brazos, y como en una nube, recogí la bolsa con obsequios y la medalla conmemorativa de “finisher”, que me la había ganado. Había conseguido mi objetivo, había acabado mi gran reto y había cumplido mi sueño: ya soy Maratoniano!!!.
Mi primera maratón ha sido algo espectacular, increíble, por todo en general: el circuito, la ciudad, el clima, los corredores, el público, la increíble salida, la espectacular llegada, mis sensaciones, y por la marca conseguida.
En un día tan espectacularmente bueno, me sabe mal poner puntos negativos, así que los diré rápido y sin ensañarme mucho: Señores de la organización, por favor, piensen más en los corredores. Tengan previsión de las tallas de las camisetas (por ejemplo pidiéndolas en la inscripción), porque para ustedes igual es un trozo de tela, pero para nosotros es un símbolo de superación, de muchos meses de esfuerzo y muchos de nosotros no podemos lucir nuestra gesta porque nos han dado las tallas que quedaban, y gracias. Y sobretodo, es lamentable que en una maratón haya bebida isotónica sólo para los primeros. TODOS la necesitamos, sobretodo los que vamos de mitad hacia atrás, incluso me atrevería  a decir que más aún. Y algo de solidos (fruta, frutos secos, etc.) hubiera sido un detalle. ¿Cómo quieren que los corredores lleguen en buenas condiciones al final de la carrera? Y no será por dinero, porque bien se nos cobra la inscripción. Parece que lo único que les importa es la foto y las estadísticas (aumentar la participación del año anterior, batir la marca española de maratón, ser un referente en España y Europa…). En cualquier maratón importante de España y Europa, esto está más que cubierto. No se olviden una cosa: una buena maratón la hacen los corredores, sin nosotros no habría marca, ni foto, ni records. Espero que mejoren para el año que viene. Y ya que estamos, mi GPS en meta marcó 42,750 mts.
Ya sólo me queda agradecer todas las personas que habéis hecho esto posible, ya que, aunque haya sido yo el que ha llegado a la meta, sin vuestro apoyo nunca lo hubiera conseguido:  A mi familia, por su apoyo incondicional y por ser mis fans nº1; a los familiares y amigos que me habéis animado, seguido, fotografiado, etc. por las diferentes carreras y pueblos, con calor, frío, lluvia, etc., y me animáis incondicionalmente; a todos aquellos que, aunque no hayáis podido ir a ninguna carrera, me habéis animado desde la distancia; a mis compañeros del CAB, por que de cada uno de vosotros he aprendido algo; a todos los amigos con los que he compartido carreras y entrenamientos;y sobretodo a Gema, por todo (apoyo, comprensión, ánimos, por los madrugones, por las fotos, y por todo lo demás).
Ya soy maratoniano, objetivo cumplido. Pero… esto hay que repetirlo!!!

















Fotos de Gema, El blog de Tina y Marathon-Photos

Y aquí os dejo el vídeo con la imágenes más destacadas de la carrera

Vídeo resumen Maratón Valencia 2011




domingo, 13 de noviembre de 2011

Behobia-San Sebastián (13-11-11)

Última estación: San Sebastián. Prólogo: A falta de dos semanas justas para la gran cita, la última carrera dentro de mi plan de preparación para la Maratón ha sido la clásica Behobia-San Sebastian. Esta carrera ha conllevado un estupendo viaje de 4 días por tierras vascas en compañía de Jose y Pilar, y muy bien acogidos por Iker, Marian y la pequeña Luján, que han hecho de extraordinarios anfitriones. Un viaje muy completo, con visitas turísticas, pinchos, cañas, Gin tonics y muchas risas.

Y que mejor manera de terminar la preparación a la maratón que con una carrera tan emblemática como la Behobia-San Sebastián? Pues seguramente pocas veces cuadran tan bien las cosas para poder disfrutar de esta carrera en la preparación a una Maratón. Todo empezó hace año y medio, cuando Iker y Marian me hablaron de esta carrera tan emblemática del País Vasco: más de 16.000 personas, un gran ambiente de público y un estupendo recorrido, entre Irún y San Sebastián.  El único problema es que para apuntarse, hay que hacerlo el mismo día que se abre la inscripción, porque en cuestión de días, se agotan los dorsales. Además, también tiene que darse la posibilidad de coger unos días, para aprovechar y visitar San Sebastián. Así que, este año, como nos cuadraban las vacaciones, en Junio, el primer día, ya estaba inscrito (es la primera vez que me inscribo con tanta antelación a una carrera). Además, Jose, un viejo conocido de algunas de mis historias sobre el asfalto y compañero de batallas también se había inscrito, así que, el CAB iba a tener dos representantes en la Behobia. El sábado por la tarde nos dirigimos hacia el Kursaal, donde estaba instalada la feria del corredor, donde había un ambientazo espectacular de gente, de corredores, stands, etc. Allí recogimos el dorsal, la camiseta conmemorativa, folletos informativos, regalitos, productos de prueba, etc. si no me sacan, aún seguiría allí!! Ya estaba todo preparado para disfrutar de esta emblemática carrera.
Al día siguiente, después del desayuno, Jose y yo cogimos el tren habilitado para los corredores, desde Tolosa hasta Irún. Una de las particularidades de esta carrera es que la salida es en un municipio (Irún, al que es conveniente llegar en tren para evitar masificaciones) y la llegada en otro (San Sebastián, a 20 Km). Otra de las particularidades es que la salida se da en diferentes bloques de corredores, ordenados por marcas, con dorsales de diferentes colores, para así facilitar la salida a los más de 20.000 corredores!! Una locura!! Pero eso sí, todo muy bien organizado. Al llegar a Irún deberíamos haber cogido uno de los autobuses lanzadera que nos acercaría a la salida, pero era tal el número de personas que se agolpaban en la estación, que decidimos patearnos los 3 Km’s que distaban de la salida al igual que una gran número de corredores (Trayecto que aprovechamos para ultimar nuestras estrategias para la carrera). Según nos acercábamos a la zona de salida, se iba escuchando la música y la megafonía, el ambiente de los corredores, las conversaciones típicas de los runners… el espectáculo acababa de empezar. Una vez allí, fue un espectáculo ver toda la extensión enorme donde se ubicaba la salida abarrotada de corredores, animados por la música y por el Speaker. Lo primero que había que hacer era dejar las mochilas, porque íbamos pillados de tiempo (las dejamos en unos camiones de la organización, y luego se recogían en la meta). Casi me cuesta la vida quitarme el chándal, ponerme las calcetas compresoras y dejar la mochila con tanto gentío… me pisaron, me empujaron, perdí a Jose… que jaleo!!. Pero bueno, finalmente, nos reencontramos, dejamos las mochilas y a disfrutar de la salida. No se puede describir aquel ambiente, pero era espectacular ver a los miles de runners estirando, calentando e ir tomando posiciones. Nosotros, con dorsal azul, nos ubicaron cerca del puente que separa Irún de Francia, así que, aunque brevemente, hicimos una pequeña excursión por el País vecino mientras calentábamos. Contra todo pronóstico a estas alturas del año, el día era soleado, con ligeras rachas viento, así que había que hidratarse bien para no pagarlo al final. La salida oficial de la carrera era a las 11, y la nuestra, a las 11:24, así que hicimos tiempo estirando, animados por la música y por el gran ambiente, hasta que, por fin, llegó nuestro turno. A la hora prevista, nuestro grupo se situaba en la línea de salida, no sin antes saludar a las cámaras que grababan la salida y que proyectaban las imágenes en unas pantallas gigantes. Últimas instrucciones del speaker, música para animar la salida, pistoletazo, y todos a correr! Como era de esperar, la salida fue masificada, y durante los primeros Km’s era prácticamente imposible coger un ritmo cómodo, pero bueno, la idea era disfrutar. Ya desde el principio de la carrera había gente animando, aunque algo dispersa por las calles de Irún. Ya en el centro del municipio, algo más de ambiente y aplausos. A partir del Km 2 el perfil se volvía ligeramente ascendente, aunque llevadero, y el calor empezaba a dar guerra. A estas alturas ya había perdido a Jose entre la multitud, que aún era muy numerosa e impedía marcar un rimo bueno. Aún así, se podía correr bien. A partir del Km 4 y después de la ascensión, tocaba bajar, dejando atrás Irún. Recuperando en la bajada y aprovechando para adelantar a corredores, me planté en el Km 5, y de momento todo iba según lo previsto: ritmo tranquilo, para llegar bien al primer punto conflictivo: el alto de Alto de Gaintxurizketa. Del Km 5 al 6, subí un puntito el ritmo para ir cogiendo tono y llegar a punto para la subida. Con buenas sensaciones y ya con mi ritmo cogido llegué a los primeros desniveles de la subida Gaintxurizketa, que era una subida de unos 2 Km, con una buena pendiente que picaba bastante. Pues nada, para arriba!! Justo al empezar a subir, el 2º avituallamiento (curioso sitemas de avituallamiento el de la Behobia: vasitos pequeños de papel, en lugar de botellas). La subida ya hacía mella en un gran número de corredores que bajaban el ritmo, andaban o paraban. La verdad es que me encontré muy bien durante toda la subida, marqué un ritmo alto para no quedarme clavado y conseguí no sufrir mucho, pese al calor. Impresionante el gran número de gente que estaba en toda la subida animando y aplaudiendo a todos los corredores. La verdad es que animaba mucho y facilitaba la ascensión. Apretando los dientes en los últimos metros, por fin llegué a lo más alto de Gaintxurizketa, con una buena sudada, pero dentro del tiempo previsto (cerca de 40 minutos). A partir de aquí, volví a subir un punto más el ritmo. Del Km 8 al 11, zona de toboganes en la zona de Lezo, con algunas subiditas de esas que pican, pero en las cuales se podía disfrutar de un paisaje verde espectacular. Y después de los toboganes, bajada pronunciada continua, hasta el puerto de Pasajes. Aquí sí que apreté bastante para recuperar tiempo y para probarme, llegando a ritmos de 4:00 m/km en algunos momentos: la verdad es que me encontraba muy bien. El puerto de Pasajes es una zona de unos 3 Km, que a priori iban a servir para recuperar tiempo, descansar de la 1ª gran subida y de los toboganes, y para subir otro puntito el ritmo. Justo al entrar, un gran número de espectadores volvían a animarnos y aplaudirnos sin parar, niños con las manos extendidas para que les chocaras, gritos de ánimos, etc. la verdad es que era una pasada, increíble ver como la gente no paraba de animar, sin conocerte, incluso leían los nombres de los dorsales y te animaban por tu nombre! Pero justamente la zona que yo creía que iba a ser la más cómoda, se convirtió en un pequeño calvario. Durante todo el tramo del puerto, no conseguí encontrarme cómodo en ningún momento, tal vez acuse un poco el ritmo de la bajada; me constaba bajar de 5 m/Km, e incluso mantenerlo; además, en este tramo tuvimos que dejar paso a una ambulancia que tuvo que atender a un corredor, con lo que no conseguí encontrar el ritmo que esperaba. En esta zona había menos público, era una zona portuaria, un poco fea, con ferralla amontonada junto al paso de los corredores. Pasé momentos críticos porque pensaba que me venía abajo, totalmente desconcentrado y con la moral algo tocada… se me hizo interminable!!! Casi al final del puerto, me eché dos buenos tragos agua en el avituallamiento, más otro vasito para la cabeza y la cara, y creo que eso me vino de perlas, porque a partir de ahí, volví a concentrarme. Ya quedaba poco, para salir del puerto y volvía a verse público animando, cosa que se agradecía. Por fin, pasado el Km 15, salíamos del puerto y entrábamos en el barrio de Trintxerpe: multitud de gente animando, gritando, silbando, aplaudiendo, un grupo de niños txistularis,  y gente, y más gente, y más gente…la multitud animaban, creando un ambiente ensordecedor que hacía recargarte las pilas al instante. En ese momento se me pasó la pájara, volvieron las fuerzas, los ánimos, la moral…había llegado al último punto duro de la carrera: el alto de Mirakruz. Es una subida de unos 700 m., bastante dura, sobre  todo a la altura de carrera que estamos, en la que ya las fuerzas van justitas. Casa vez más gente animando, con más pasión, con más ganas, evidenciando que el apoyo a este deporte es total, y entendiendo que todos y cada uno de los corredores necesitan ánimos. Por momentos me sentí como se sientes los ciclistas en las carreras con finales en alto, con la gente totalmente entregada. La subida era dura, pero las piernas me respondieron perfectamente, mejor que en el llano, lo que me permitió adelantar a un gran número de corredores (ahora sí, muchos de ellos pagando el esfuerzo realizado, la dureza de la carrera, el calor…). Con mucho esfuerzo finalicé la subida, sin ni siquiera ver el restaurante de Arzak que estaba en lo más alto (y mira que me lo habían avisado…), pero espoleado por los ánimos de la gente, inicié la bajada hacia San Sebastián con todo lo que me quedaba dentro. Un Km de bajada, a 4:45 m/Km sin parar de adelantar a corredores, cada vez con mejores sensaciones, y ya por fin las dos últimas recta, de aproximadamente un Km cada una. Impresionante: gente, y más gente, y más gente…sin parar de animar, de aplaudir, de gritar. Casi sin darme cuenta, prácticamente flotando, me planté en la curva de 90 grados que nos llevaba al último Km, con la meta al fondo. La gente estrechaba la calzada, jaleando y vitoreando a los corredores. Con mucha emoción, pasé junto al Kursaal, cruce el puente y recorrí los últimos metros entre los aplausos de  la multitud, entre la que se encontraban Gema, Pilar, Iker, Marian y Luján (aunque entre los gritos, aplausos, megafonía, la emoción, etc. ni les vi ni les escuché). Con tanta emoción en los últimos Km’s, ni había mirado el garmin, y no sabía si iba dentro del tiempo previsto o no…y qué más daba?; hoy el tiempo no importaba. Los últimos metros, frente a la zona de gradas era el momento de sonreir y dejarse llevar hasta la meta. Acompañado por un gran número de corredores (como durante todo el recorrido), cruce el arco, dejando salir la emoción tras finalizar esta gran carrera.
           Tiempo de carrera: 1:38:58 (4:57 m/Km. Un tiempazo para ser un perfill tan duro, aunque no era día de preocuparse mucho por la marca, sino de terminar mi preparación a la Maratón y disfrutar de ese momento, del día en el que he sentido el ánimo de miles de personas durante casi todo el recorrido, haciéndote sentir todo un héroe)

Tras cruzar la meta, teníamos que recorrer unos metros vallados hasta llegar a la zona de entrega de chips. Pues aún la gente que estaba detrás de la vallas continuaba aplaudiéndonos. Impresionante. Para completar los obsequios por participar, nos dieron una medalla conmemorativa, fruta, chocolatinas, agua y aquarius.

Es imposible describir las sensaciones después de una carrera así. Destacar que es muy complicado organizar con tanta precisión una carrera con tantos participantes. Pero ha quedado demostrado que tanto la organización como la gente se vuelcan para que así sea. Como único punto a mejorar, yo propondría que algunos de los avituallamientos fueran de botella en lugar de vaso, porque se hace muy difícil beber y mojarse con vasos tan pequeños. Además, la botella la puedes conservar un tiempo por si la necesitas más adelante. Y ya que pedimos, que la bolsa del corredor sea un pelín más copiosa, ya que el precio que se paga es algo elevado para una carrera de esa distancia. Por lo demás, perfección total.
No cabe duda que esta es una de las mejores carreras, si no la mejor, en la que he participado. El recorrido, los paisajes, el perfil, y sobre todo la gente, hacen de la Behobia-San Sebastián una carrera imprescindible en el palmarés de todo corredor popular. Ni que decir tiene que volveré, no sé si el año que viene, o al otro, una, dos, o más veces, pero volveré.

 






Fotos de Gema, El Diario Vasco y Marathon-photos.com




domingo, 30 de octubre de 2011

X Millas de L'Alfàs del Pi (30-10-11)

"Volviendo a la carga" Prólogo: Por segunda semana consecutiva (y por tercera vez esta temporada...), he hecho coincidir el larguito del fin de semana con una carrera para acumular kilómetros y así, hacer que tenga algo de aliciente. En esta ocasión, la carrera era las X millas de l'Alfàs del Pi, y el recorrido previo a la carrera fue desde casa hasta l'Alfàs: casi 12 Km. A mitad de camino recogí a mi compañero del Club Santi, que también está embarcado en esto de la maratón. El viento racheado nos acompañó todo el recorrido (uhmmm mal compañero de viaje)

Pues nada, un año más las X millas de L'Alfàs del Pi son una cita ineludible en mi calendario de carreras, ya que, a excepción del año pasado por unas molestias, he participado en las 2 primeras ediciones. El día era soleado, y el viento poco a poco fue desapareciendo, con lo que se quedó una mañana estupenda para correr. El lugar de salida de la carrera era el habitual, el polideportivo, y allí mismo la recogida de dorsales, donde nos encontramos a muchos amigos y conocidos, compañeros del club, etc. Y claro, lo típico, las tradicionales fotos de antes de la carreras. El recorrido el mismo de las ediciones anteriores: salida desde la pista de atletismo, una pequeña vuelta por el pueblo y bajada hasta la playa del Albir; desde allí, subida hasta el faro, vuelta hasta el Albir y subida al pueblo, de nuevo a la pista. Poco más de 16 Km de exigente recorrido, sobretodo en la subida hacia el faro y en la subida final hacia el pueblo. Pero como esto es un entrenamiento más para mi gran objetivo, pues nada, con tranquilidad, sin obsesiones de tiempo, sólo acumular Km's y terminar sin sufrir mucho. Este año paralelamente a las X Millas se celebraba por primera vez las V Millas, y los participantes en esta prueba salieron 20 minutos antes. Otra novedad: este año, junto con el dorsal daban también el polo de algodón conmemorativo de la carrera. Así que, desde las 9:30 había un gran ambiente en el polideportivo y sobretodo en la pista, de corredores, espectadores, familia, amigos, etc. que animaba mucho la mañana. Llegada la hora, unos minutos de espera, disparo, y todos a correr por la pista. Desde el principio Santi y yo marcamos un ritmo muy tranquilo, reservón, ya que la carrera empieza cuesta abajo y al final podíamos pagar los Km's previos a la carrera. Pues como era de esperar, en la zonas de bajada al Albir y de la playa, fuimos adelantados por un gran número de corredores, a los cuales dejamos pasar sin problemas. Hasta la zona de la playa aún íbamos hablando y comentando aspectos de la carrera: a lo lejos ya se divisaba el faro, en el extremo de la Serra Gelada, ...y lo que nos quedaba aún hasta allí!. Justo antes de empezar la subida hasta la entrada del faro, Gema y mis suegros estaban preparados con la cámara para inmortalizar el momento. Pues nada... a subir. Aquí empezaba mi carrera, ya que tenía que regular bien las fuerzas para no pagar el esfuerzo de los Km's hechos antes de la salida. Poco a poco fuimos recorriendo la ascensión hasta la entrada del camino al faro: una zona entre chalets, con bastante desnivel que se hace muy pesada. En este punto teníamos un avituallamiento que venía perfecto para refrescarse en la subida. Con bastante más frescura de la esperada llegamos a la entrada del camino hacia el faro, donde había varios compañeros del Club animando. En este tramo de toboganes, además de disfrutar una vez más con las vistas espectaculares de la bahía de Altea, empezamos a adelantar a bastantes corredores que empezaban a pagar el esfuerzo realizado en la bajada. Como estaba previsto, la cabeza de carrera ya volvía (en sentido contrario) por el mismo caminito por el que subíamos nosotros, lo que aprovechamos para saludar y animar a compañeros y amigos que iban por delante nuestro. Con bastante fluidez, íbamos recorriendo la zona de toboganes que nos separaban del faro, escalando con muy buen ritmo hacia la cumbre. En el tramo final antes de llegar al faro, Santi iba marcando el ritmo, y Castillo (otro compañero del club) y yo le seguíamos como vagones de un tren,  dejando atrás a una gran número de corredores que se esforzaban en seguirnos sin éxito. La última rampa, matadora, pero por fin estábamos arriba, rodeando en escasos segundo el faro, contemplando brevemente las maravillosas vistas desde allí arriba...y al ataque, a por la bajada. Ahora la zona de toboganes era más favorable y aproveché para marcar un poco el ritmo de nuestro tren particular. La primera parte dura ya estaba superada, con muy buenas sensaciones para lo que ya llevaba encima (unos 21 Km's). Sin dejar de animarnos y hacer comentarios sobre la carrera, llegamos de nuevo al Albir, donde estaba Gema de nuevo con la cámara preparada para hacer las fotos de rigor (ya tiene práctica...), y con bastante fluidez recorrimos el llano hasta llegar a la subida que nos llevaría de nuevo al pueblo.


De nuevo empecé a marcar un ritmo cómodo para la subida, intentando que fuera lo suficientemente eficaz como para recuperar tiempo y como para llegar arriba con algo de aliento. El último avituallamiento, un buen trago, refrescarse bien y para arriba. Las piernas me respondían a la perfección, lo que me dio mucha moral para continuar la ascensión. En los dos Km's aproximadamente de subida, adelanté a bastantes corredores, que ahora sí acusaban el exigente recorrido de la carrera. Mis compañeros de club habían cedido unos metros, pero venían muy cerquita, también a muy buen ritmo. Así que, con mucha moral y con algo de energía, recorrí el último Km, hasta el polideportivo, donde estaban Chuni, Raquel y Claudia para darme los últimos ánimos para completar mi objetivo. Últimos metros, y por fin estaba en la pista. Aún me quedan fuerzas para echar el resto y adelantar a un par de corredores (nada que ver con mi llegada en 2008, que en los últimos 100 de la pista me adelantaron varios corredores a mí!!!). Pues nada trabajo hecho, sólo quedaba pasar por debajo del arco de meta, semi deshinchado por un problema eléctrico,  y poner buena cara para la foto.

Tiempo oficial: 1:21:23
Tiempo real: 1:21:12   (a 5:06 m/Km, muy buen parcial, ya que en hay que sumarle 12 Km previos y la dureza del perfil)
Puesto de llegada:  228   (419 entrados en meta)

Tras la meta, varios stands con agua, Aquarius, zumos, frutos secos, fruta, etc. para reponer líquido y refrescarse un poco. Muy buenas sensaciones, teniendo en cuenta que he acumulado 28 Km, y de un perfil muy duro. Mi tiempo no ha sido bueno en la carrera (era de esperar), pero sí que ha sido bastante mejor que en las ediciones anteriores. Además, el planteamiento de la carrera (de menos a más) ha sido perfecto para terminar en muy buenas condiciones físicas. Cada vez queda menos para mi gran reto, y espero que todo esto me sirva para llegar en buenas condiciones.





Sufrimiento extremo a punto de coronar el faro!!!




Fotos de Calygat y de Gema


domingo, 23 de octubre de 2011

Media Maratón de Valencia (23-10-11)

“Valencia: 1er Asalto”  Prólogo: De la misma manera que hace 2 semanas, como hoy tocaba carrera he aprovechado para hacer unos cuantos kilómetros previos a la carrera, con la finalidad de completar mi entrenamiento programado de cara a la maratón. En esta ocasión, la carrera era en Valencia, y me hice un “calentamiento previo” a la media de unos 14,5 Km, distancia que hay entre Torrent y la línea de salida. Así que, una vez más, a las 7:45 ya estaba yo correteando por las calles, con el frescor de la mañana y viendo amanecer. Además, el día amaneció lluvioso y durante algún Km me acompañó una leve llovizna, la cual paró a un par de Km de la línea de salida. Buena señal…
Por segundo año consecutivo, me había inscrito en la Media Maratón de Valencia, todavía influenciado por el buen gusto que me dejó esta carrera en la edición 2010. La diferencia es que este año, mi objetivo es utilizarla como prueba de fuego previa a la Maratón, y mi concentración estaba puesta en hacer una buena tirada larga para prepararme bien y aclimatarme al sufrimiento, con las sensaciones de carrera. Como el dorsal lo habíamos recogido el día anterior (junto con la camiseta técnica que daban como obsequio), llegué sólo con 20 minutos de antelación a la zona de salida (como venía corriendo, afiné al máximo para estar el menor tiempo posible parado). Cerca de la salida me esperaba Gema para recoger todo lo que me sobraba (chubasquero, ropa, móvil, bidón, etc…), y después de concretar dónde se iba a situar en el circuito, para estar atento a las fotos y a los ánimos, me fui en busca de Jose,  compañero de batallas que también se había animado a participar. Miles de corredores llenaban la zona del puerto y calles adyacentes, lo cual creaba un ambiente increíble y emocionante. Pues nada, allí estábamos, rodeados de más de 8000 personas esperando la salida. La mañana era fresca y el cielo estaba nublado, pero no parecía que fuera a llover, y la temperatura era perfecta para correr. El circuito era bastante parecido al del año pasado, a excepción de la zona del circuito de F1, que este año la habían suprimido. Otra curiosidad: el chip presentaba un sistema novedoso, de un solo uso, que iba pegado detrás del dorsal protegido por una espuma. A las 9:30 en punto se dio la salida y la gran masa de runners tomamos las calles. La salida estaba situada en una amplia avenida, por lo que no había muchos problemas para correr con comodidad. En el Km 1 estaban Gema, Mónica y Pilar, así que, saludito y pose para la foto y a continuar. Jose estaba animado y continuó marcando un buen ritmo, pero yo, que ya llevaba casi 15 Km antes de salir, decidí tomármelo con calma, ya que la idea era completar un largo en buenas condiciones. Pues nada, con esa mentalidad fui acumulando Km’s, intentando mantener un ritmo bueno, similar al que tengo pensado llevar en la Maratón (5:20-30). Hasta el Km, mis sensaciones eran buenas, aunque poco a poco iba notando la acumulación de Km’s. Al igual que el año anterior, el paso por los avituallamientos fue un poco caótico: demasiada gente parándose, los voluntarios no daban abasto a la avalancha de corredores que literalmente les arrancaban las botellas de las manos o directamente de las cajas del suelo. Muchos vasos puestos, en teoría de Powerade, la mayoría de ellos vacios porque no les daba tiempo a rellenarlos. En fin, como pude cogí una botella de una caja del suelo y me paré un par de segundos para coger un vaso con powerade, me lo tomé con tranquilidad, y a continuar. No suelo pararme nunca en los avituallamientos, pero hoy necesitaba reponer con calma y tranquilidad, ya que no iba pensando en hacer buena marca, así que me lo tomé con tranquilidad. Con mucha cabeza continué la marcha, continuando por la Av. Blasco Ibañez, dejando atrás el Estadio de Mestalla. En el Km 7, yo ya llevaba acumulado el equivalente a una media maratón, y empezaba a notar el cansancio en mis piernas, aunque lo peor fue que empezaron a entrarme dudas sobre si iba a ser capaz de terminar (mal asunto…). Con estas sensaciones llegué a la zona del puerto (por el carril paralelo a donde estaba situada la meta, la cual miré de reojo, con un suspiro de “madre mía lo que me queda aún…”), donde el número de espectadores aumentó notablemente, lo cual siempre ayuda a dar alegría al ritmo de carrera. Después de la zona del puerto, pasamos por la salida, en el Km 10, y al poco, el segundo avituallamiento, clavado al primero: un caos. Así que repetí la misma operación, paradita de 2 segundos, y a seguir. Justo después estaban otra vez las chicas, animando y sacando fotos: pose para la cámara. Casi en el ecuador de la carrera, por el carril contrario me cruzo con la cabeza de carrera; cómo van los tíos!! Que ritmo, que gusto da verlos!! En ese momento empecé a pasar los peores momentos de la carrera: durante 3 Km, empecé a acusar el cansancio acumulado (llevaba ya entorno a 27-28 Km), pero sobretodo a nivel moral empecé a flaquear, pensando que me quedaba aún demasiados Km’s. Durante el trayecto del Paseo de la alameda, junto a la colosal Ciudad de las Artes y las Ciencias, con su leve pendiente ascendente,  todo  fueron dudas porque no conseguía llevar un ritmo cómodo y realmente pensaba que no iba a terminar. Además, empecé a notar un amago de subirse el gemelo y la incomodidad en una de las plantillas de las zapatillas: se presagiaba el desastre. Al llegar al Km 14, en el puente que cruzaba el río hacia el centro de Valencia, me pare a recolocarme la plantilla y continué sin más problemas. En el 15, el último avituallamiento, y la misma operación. Justo después, estaban mi cuñado y mi suegro dándome ánimos. Al llegar a la plaza del Ayuntamiento, aún conservaba la botellita, así que bajé el ritmo, caminé rápido durante unos metros mientras bebía, y continué con mi marcha. Durante el callejeo por el centro recuperé un poco el ánimo, ya que casi sin darme cuenta estaba a falta de 5 Km: eso no era nada, claro que iba a poder!! Además, le eché un vistazo al garmin, y vi que la media de la velocidad que llevaba y era muy buena (5:18 más o menos). Así que, al llegar al puente de la flores para cruzar de nuevo al Paseo de la alameda decidí cruzarlo andando a ritmo rápido, terminar la botella de agua y continuar. Y así lo hice, con mejores sensaciones y un poco más de moral, continué los 4 Km que me restaban. Eso sí, con las fuerzas justitas. Desde este momento hasta la meta, mi ritmo se estabilizó en 5:30 m/km, lo que me dio mucha moral ya que era el ritmo que buscaba, sobretodo para el final de la carrera. Pero lamentablemente en estos últimos Km’s me tuve que parar tres veces a estirar los gemelos y los quadriceps, porque me estaban dando bastante guerra. Así que, con ese panorama llegué al último Km, donde las chichas me dieron los últimos ánimos. En este último Km, tras una parada más para estirar, por fin llegué a la zona del puerto, con la meta al fondo. Una gran multitud estaba volcada con los corredores, animando y aplaudiendo, lo que hacía más llevaderos los últimos metros. Con un gran cansancio, con los gemelos subidos hasta la garganta, recorrí la alfombra amarilla hasta la meta, esa que había mirado de reojo hacía 11 Km, ahora la miraba de frente, con una sonrisa de felicidad. Lo había conseguido.

Tiempo oficial: 1:59:20
Tiempo real: 1:58:09   (5:36 m/km, con paradas incluídas)
Puesto de llegada: 5602 (7532 entrados en meta)

Después de llegar, se formó un tapón enorme para coger, agua, Aquarius y una bolsa de naranjas. Con mucho cansancio, realicé unos estiramientos obligados por las molestias de los gemelos, y engullí el Aquarius y el agua en dos tragos.  Como punto negativo para la organización, los avituallamientos y el tapón de la llegada. El n de corredores no creo que deba ser una excusa, ya que en Santa Pola hay el mismo nº de corredores y no hay ningún problema. Ah1 como curiosidad: mi garmin marcó 150 metros más de distancia.
Había cubierto una distancia de casi 36 Km, a muy buen ritmo, empañada por las molestias de los gemelos y los quádriceps. Tal vez haber tomado algún gel durante la carrera me hubiera venido bien, así que habrá que trabajar estos aspectos para el futuro. En líneas generales, he conseguido mi objetivo, he mantenido el ritmo marcado (aunque las sensaciones de carrera eran que iba fatal, por eso hay que correr con cabeza), he realizado un buen entrenamiento, acumulando km’s, aprendiendo a sufrir y a sobreponerme. Como era un entrenamiento, me ha servido perfectamente para lo que quería: acumular y aprender. 1er asalto superado. La Maratón se cerca…





Fotos de Gema, El Blog de Tina y Marathon-Photos.com



domingo, 9 de octubre de 2011

Carrera Populas 9 d'Octubre de Altea (09-10-11)

“Preparando el gran asalto” Prólogo: Por cuarto año consecutivo iba a participar en la Carrera Popular del 9 d’Octubre de Altea. Poco a poco se va acercando el día (el gran día de la maratón!!), para lo cual continúo con mi plan de entrenamiento. Así que, como parte del mismo, antes de la carrera de Altea me he metido casi 21 Km’s (distancia que hay desde mi casa hasta la salida) de rodaje. Así que la carrera de este año no iba a pasar a los anales por batir mi mejor marca, pero sí por otras razones…
Pues una año más, la Carrera Popular del 9 d’Octubre congregaba en Altea a un gran número de corredores y espectadores con ansias de estrenar la temporada, re-encontrarse con viejos conocidos y de empezar a acumular carreras a nuestro palmarés particular. Por cuarto año consecutivo, allí estaba dispuesto a recorrer unos cuantos Km’s por el bonito municipio vecino. Este año (por los motivos antes mencionados) no tenía muchas expectativas respecto a la carrera, sino que más bien iba a ser un trámite para acumular Km’s. Eso sí, este año, la carrera sí iba a ser especial por otro motivo: después de muchas insistencias, chantajes, presiones, etc. por fin había convencido a mi hermano pequeño (el gran Pijama, exfutbolista profesional de élite) a participar en la gesta. Supongo que después de darle la brasa durante años, por no escucharme más y con tal de que no le dé más la paliza, ha accedido a correr. Tres cuartos de hora antes de la hora de salida, con un día soleado y despejado, ya estábamos recogiendo el dorsal, saludando a compañeros del club, haciéndonos fotillos, etc. El recorrido igual que el de las dos ediciones anteriores: salida desde el ayuntamiento, por el paseo marítimo hasta el Albir, giro por detrás del camping y vuelta por el mismo paseo. Antes de entrar en el municipio, nos desviamos hacia la izquierda, para subir al núcleo urbano, atravesar el pueblo y entrar en meta. Después de un calentamiento leve (por       que ya llevo lo mío en las piernas) y unos buenos estiramientos, nos ponemos en la línea de salida. Después de las últimas instrucciones a mi hermano sobre el perfil (lo llevo frito!!!), se dio la salida, y como siempre…sálvese el que pueda!!! MI hermano iba a ir a su ritmo, así que yo… a lo mío: intentar terminar dignamente, a buen ritmo y sin sufrir. Los dos primeros Km’s fui bastante más rápido de lo esperado, bastante por debajo de 5 m/km, y notaba las piernas bastante cargadas, así que sin forzar mucho, hasta el final. En este tramo se me unió Víctor, un compañero del club, con el que compartí carrera varios Km’s. Pese a notar el esfuerzo previo a la carrera, pude mantener de manera más o menos cómoda, un ritmo bueno (demasiado…a 4:45 más o menos) durante toda la carrera. Las dos cuestas fuertes que hay entre el Km 5,5 y 6,5 me costaron un poco, pero las llevé bien. Cerca del 7, ya en el centro del pueblo, estaba mi padre haciendo fotos, y preparado para animar a mi hermano que venía por detrás. El último kilómetro y medio, todo bajada y llano, y sorprendentemente me encontraba aún con fuerzas para mantener el ritmo, adelantar a varios corredores e incluso apretar un poquito al final. Increíbles sensaciones después del palizón que me había dado. Un último esfuerzo para recorrer los últimos 150 metros, y al fondo la meta. Más que contento, llegando en solitario, sólo quedaba el tradicional guiño a la cámara.
Tiempo oficial y real: 41:12  (Tiempazo, porque esperaba hacer entorno a 44…)
Puesto de llegada: 182   (334 entrados en meta)


Este año no había presupuesto para camisetas conmemorativas, así que nos conformamos con agua, coca cola y chocolatinas. Con una tremenda emoción y sobretodo mucha moral, ya que había sido capaz de sobrepasar los 25 Km’s de rodaje sin problemas y a muy buen ritmo, después de refrigerarme un poco, salí en contra dirección por el  recorrido de la carrera hasta encontrar a mi hermano, que venía escuchando música con su mp3. Hice de liebre durante unos 700 metros, lo que le permitió llegar un poco más ligero que el resto de componentes del grupo en el que venía rezagado. Con mucha alegría llegamos a la recta final, saludando al cabeza de familia, que nos esperaba para inmortalizar el momento y cumpliendo con el rito que le había estado recordando desde hacía días: pase lo que pase, poner buena cara para la foto!!! Y así fue; abrazados y sonrientes cruzamos juntos la meta finalizando la que hasta ahora ha sido su primera carrera (y espero que no la última…)




Fotos de Calygat y de J.G.J.